La Menorah

 

La "Menorá" que había en el Santuario Móvil ("Mishkan") que acompañó al pueblo de Israel durante la travesía por el desierto después de la salida de Egipto hasta que ingresaron a la tierra prometida, tenía siete brazos, nueve flores, once botones y veintidós copas. Respecto a su altura, hay una versión que sostiene que era de 17 "Tefajim" (puños), y otra versión manifiesta que era de 18 Tefajim.

 

Hemos destacado los 5 componentes de la "Menorá que tienen relación directa con los cinco libros del Pentateuco.

 

Esta relación está a su vez indicada en el libro de los Salmos (Salmos 119: 130): "El principio de Tus palabras alumbrará".

 

Veremos como es esto:

El primer libro del Pentateuco se llama Bereshit.

El primer versículo del mismo tiene 7 palabras.

Estas siete palabras son equivalentes a los siete brazos de la "Menorá".

 

El segundo libro del Pentateuco se llama Shemot.

El primer versículo del mismo tiene 11 palabras.

Estas once palabras son equivalentes a los once botones de la "Menorá".

 

El tercer libro del Pentateuco se llama Vayikrá.

El primer versículo del mismo tiene 9 palabras.

Estas nueve palabras equivalen a las nueve flores de la "Menorá".

 

El cuarto libro del Pentateuco se llama Bemidvar.

El primer versículo del mismo tiene 17 palabras

y estas 17 palabras equivalen a los 17 "Tefajim" de altura de la "Menorá".

 

El quinto libro del Pentateuco se llama Devarim.

El primer versículo del mismo tiene 22 palabras.

Estas 22 palabras equivalen a las 22 copas de la "Menorá".

 

La relación que vimos esta ligada con el versículo: "El principio de Tus palabras alumbrará". De este modo sabemos que el principio de las palabras de la Torá alumbran a todas las que le siguen.

 

Al ser que la Torá ha sido dada al pueblo de Israel en el monte Sinaí para que sea una guía de vida, debemos tomar este ejemplo de lo aprendido recientemente y aplicarlo a nuestras vidas; vale decir, es menester cuidarse mucho de hablar bien, en una forma amable cordial y educada, especialmente cuando ingresamos a nuestros hogares, a la oficina o al almacén. De esta manera, lo que vamos a decir, estará "alumbrado" por la primera imagen que dimos teniendo por resultado que la relación con nuestros semejantes será mejor.

 

 Por R. Aharon Shlezinger

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